Michigan.- Cristianos, judíos ortodoxos o cualquier persona con puntos de vista tradicionales del sexo y el matrimonio, deben ser excluidos de los programas estatales de asesoramiento universitario.
Esa es la esencia de la curia que la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), presentó en un caso, en el cual una estudiante cristiana está presentando una demanda por su despido, de un programa de asesoramiento de postgrado en la Eastern Michigan University en 2009.
A Julea Ward se le había pedido que otro estudiante tomara el caso de los homosexuales que sufren de depresión, ya que, siendo cristiana, ella no podía afirmar las relaciones sexuales de la persona. A raíz de este despido, Ward presentó una demanda por cargos de discriminación inconstitucional por puntos de vista, discriminación religiosa y discurso obligado. El 26 de julio de 2010, un Tribunal de Distrito de EE.UU. le negó la demanda, y apeló a la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito.
El escrito de la ACLU de la Corte de Apelaciones sostiene que obligar a alguien a actuar en contra de sus creencias no viola su libertad de religión o del habla. Ellos sostienen que en el caso de Ward había un “conflicto entre los valores que motivan su conducta y los comportamientos que se esperan de su profesión.”
Este es uno de varios casos en los que a los cristianos le han dicho de que se ajusten a los requisitos de “diversidad” o salen de los programas de consejería. En Augusta State University en Georgia, Jennifer Keeton demandó en 2010 después de que le dijeran que tenía que tomar cursos de reeducación para contrarrestar su moral cristiana o sería expulsado de un programa de maestría. La demanda la perdió en una Corte de apelaciones de Distrito de EE.UU..
En el caso de Michigan, el informe de la ACLU se basa en gran medida en el Código de Ética de la American Counseling Association (ACA), que prohíbe la discriminación basada en la “orientación sexual” y una docena de otras características.
El resumen cita la sentencia de la Corte Suprema de los EE.UU. del año pasado (Christian Legal Society vs Martínez) que confirmó la decisión de (Berkeley) Hastings College of Law de expulsión de un grupo jurídico de cristianos por no permitir que los homosexuales abiertamente declarados ocuparan posiciones de liderazgo.
Esto no es ciencia espacial. Estamos asistiendo a una inclinación radical de élite, en sustitución de la ley natural con un conjunto totalmente diferente de valores. Muchas asociaciones profesionales han subido a bordo de este tren fuera de control. Si esta tendencia no se detiene, el resultado será un mundo lleno de carteles que dicen: “Los cristianos no estarán obligados a solicitar.”
En este caso, a una mujer que cree en la moralidad bíblica le es prohibido participar de un programa que se supone que debe enseñar a los consejeros la manera de fomentar conductas saludables. Por otro lado, las personas que afirman desviación sin importar las consecuencias no se enfrentan a la sanción.
Esto ya no se trata de tolerancia o derechos civiles. Se trata de convertir los valores morales de la nación boca abajo para que lo malo sea bueno. A medida que el sector público se expande, se quiebra la nación y se sigue acercando a la criminalización de la cristiandad. AcontecerCristiano.Net
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