La adicción a la pornografía han alcanzado proporciones epidémicas en el mundo, pero también ha llegado a "contagiar" a los cristianos. Según una encuesta, el 50% reconoció tener problemas con la pornografía en Internet.
Clay Jones de la entidad “Segunda Mirada” comenta que muchos “tienen acceso secreto desde el anonimato de su ordenador. Un cincuenta por ciento de creyentes afirman luchar contra la pornografía en Internet”.
Jones y su ministerio, están utilizando los datos de Christianet para tratar de alertar a la Iglesia sobre esta situación: “Vi otra encuesta que incluía en este caso a pastores, y un tercio de ellos reconocieron ser adictos a la pornografía en Internet”.
El doctor Dennis Frederick, un psicoterapeuta, trata casi exclusivamente con adicciones sexuales, debido al creciente número de personas que llegan con este problema a su centro cristiano de consejería. “Teníamos cada vez más llamadas de familias destruidas, matrimonios rotos, hombres que perdían sus trabajos, y nos hizo ver que era obvio que había una crisis en este campo”, explica Frederick.
En su libro “Conquistando la pornografía”, Frederick menciona el caso de un reconocido pastor que ha sido adicto a la pornografía durante 10 años y que acude cada semana para recibir consejería pastoral.
“El problema de la pornografía no afecta sólo a un determinado grupo de hombres. Va desde los propios pastores hasta el vecino, el familiar… todos somos vulnerables”, agrega Frederick.
“Yo podría presentarles a un hombre que era un pilar en su comunidad cristiana, pero que me confesó tener un doble estilo de vida durante los diez últimos años. En su "otra vida" era adicto a la pornografía y al sexo. Todo salió a la luz cuando se contagió con una enfermedad de transmisión sexual y la transmitió a su esposa. Era además el líder de un ministerio infantil”, narra Jones.
Hemos hablado hasta ahora sólo de hombres, pero esto no quiere decir que las mujeres sean inmunes. Los diferentes sondeos muestran que un 17 por ciento de ellas son adictas al porno.
Hay una salida para todos y cada uno e los afectados por este flagelo. Frederick le dice a sus pacientes que el primer paso inexcusable y necesario es reconocer su problema y dejar de engañarse a sí mismo. Esto supone, explica, no poner excusas sino asumir la propia culpabilidad y arrepentirse, para luego echarse a los pies del Señor.
“Cuando te arrepientes ya tomaste una gran decisión. Estás diciendo: ‘Quiero ser sanado’. Ir al Señor para que te de la fuerza necesaria y sane esta área enferma de tu vida, es la única clave que tienes”, añade el Dr. Frederick.
Algunos aspectos prácticos que añade luego es que se debe limpiar la casa deshaciéndose de todo material pornográfico, asegurándose de no poder acceder a él de nuevo. Es necesario decir: “Quiero ser una persona libre. No quiero que esto controle mi vida”. AcontecerCristiano.Net
COMENTA: Muchos cristianos son adictos a la pornografía en Internet, revela encuesta