Así lo explica en un comunicado la Alianza, en el que indica que el responsable de elaborar y coordinar la primera Guía Pastoral Protestante sobre violencia de género es el pastor evangélico Marcos Zapata.
Zapata, ha asegurado que hasta el momento en el entorno de la iglesia evangélica no se había elaborado nada en relación con la violencia machista y con esta guía se ha logrado “una herramienta” que da un marco teórico para los agentes pastorales sobre cómo tienen que actuar ante los casos de maltrato.
Está principalmente indicada para ellos porque son las personas mas próximas a las mujeres y a las familias.
Este manual, a juicio de su coordinador, recuerda lo que dice la ley en casos de violencia machista y los derechos de las víctimas, además de los tipos de violencias, de sus ciclos y de sus efectos.
Zapata afirma que la guía, que tiene cien páginas, explica “lo básico” que los agentes pastorales deben saber sobre cómo detectar a un maltratador y a una víctima, a través de indicadores físicos, psicológicos, sexuales y anímicos, entre otros.
“Sobre todo lo que tratamos es de desenmascarar los mitos y las creencias falsas que hay en la sociedad acerca de la violencia machista, porque la gente todavía no acaba de ver lo que es este tipo de violencia”, destaca Zapata, quien opina que “pocas veces se enseña cómo acompañar a una mujer maltratada a la Policía o al juzgado”.
Zapata, quien define el maltrato como “lo contrario al buen trato”, afirma que si bien está guía es para utilizarla entre los evangélicos, lo puede hacer “cualquier persona que incluso no sea creyente”.
En la guía se asegura: “Como cristianos, no podemos quedarnos callados y paralizados cuando en nuestro país nos encontramos con que siete millones de españolas han sufrido algún tipo de maltrato por parte de su pareja”.
También se indica que el 35 por ciento de las mujeres que ingresan en Urgencias lo hacen por temas relacionados con violencia de genero.
Por otra parte, Zapata, preguntado sobre las declaraciones del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, en las que vinculó la violencia de género a la pérdida de la familia tradicional, subraya que no se puede identificar una cosa con la otra.
No obstante, asevera que “lo que sí esta ligado” y los datos, en su opinión, “son muy contundentes”, es el maltrato y la ruptura de pareja.
“Los datos hablan de que en las parejas de hecho o aquellas que no han contraído matrimonio civil o canónico el índice de ruptura es muchísimo más alto”, señala Zapata.
En este sentido añade: “Aunque sea sólo por una cuestión de incidencia, las parejas que tienen mayor riesgo de ruptura son las que están en más riesgo de maltrato”.
Protestante Digital. AcontecerCristiano.Net
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