Basándose en el texto bíblico del libro de Hechos, un ex detective se ha propuesto descubrir el lugar exacto donde encalló el barco de Pablo hace unos 2.000 años.
Era cerca del año 60 d.C. y el Apóstol Pablo iba hacia Roma desde la isla de Creta. Un feroz viento sacó a la nave de su curso. La tormenta la sacudió y finalmente la embarcación golpeó un banco de arena y comenzó a quebrarse. Los hombres saltaron al agua y nadaron hasta alcanzar la orilla.
Así empezó la influencia cristiana en Malta, que ha continuado durante siglos, con el resultado actual de un 98% de sus ciudadanos católicos. Pablo es el personaje más famoso en la isla. La Bahía de San Pablo es regularmente visitada por multitud de turistas que llegan para conocer la Catedral del Naufragio, y ver el sitio donde la mayoría cree que el barco de Pablo encalló hace unos 2.000 años.
Pero la tradición quedó en duda cuando el ex detective de Los Ángeles Bob Cornuke visitó Malta y constató que el escenario de los hechos en la narración bíblica no encajaba con lo que se puede divisar desde la Bahía de San Pablo. A partir de allí comenzó una búsqueda de la verdadera ubicación del naufragio que le tomó 10 años.
Cornuke comenzó su investigación en las páginas de su Biblia. Lo más esencial giraba en torno a las cuatro anclas. ¿Podrían ser encontradas?. “Miré la Biblia y dije: ¿Podré resolver esto como si fuera un crimen? ¿Podré tomar la evidencia de las páginas de la Biblia y encontrar estas anclas perdidas de las que allí se habla?”, dijo el ex detective.
El libro de los Hechos, capítulos 27 y 28, da un recuento detallado de la historia. Cornuke señaló cuatro factores que deberían encajar para poder encontrar la verdadera ubicación: Una bahía con una playa. Un arrecife con un banco de arena. Un fondo marino de unos 90 pies. Y un lugar que los marineros no reconocerían.
Cornuke enlistó a un grupo de hombres que conocen bien las aguas que rodean a Malta: los pescadores. “Comencé mi búsqueda con estos pescadores, que conocían el clima, las corrientes, la topografía del océano. Ellos me llevaron y me mostraron todos los posibles lugares basados en la narración bíblica”.
La mayor parte de Malta está rodeada de acantilados, así que las posibilidades se redujeron a algunas bahías con playas. Para saber qué sitio sería más favorable, Cornuke buscó al Dr. Graham Hutt, experto en tormentas mediterráneas.
La experiencia de Hutt ayudó a que las claves bíblicas tuvieran sentido. El experto llegó a la conclusión de que los marineros “tenían mucho temor de encallar en la Bahía de Syrtis, en la costa de Libia, así que debieron tratar al máximo de ir en dirección hacia el norte, pero en realidad fueron al noroeste”. La única bahía en esa área que encaja con la dirección que el experto calculó se llama la Bahía de Santo Tomás.
La teoría dice que la Bahía de Santo Tomás, al sureste de Malta, es la bahía que fue descrita en el libro de Hechos. Parte del relato bíblico dice que los marineros no reconocieron la isla hasta que los habitantes les dijeron que era Malta. “Eso también prueba la teoría de que ésta es la bahía, porque si hubieran llegado a la parte norte había muchos puertos que les hubieran resultado familiares”, opina Hutt.
Por su parte, Cornuke hizo un descubrimiento electrizante gracias a un buzo -Ray Ciancio- que tenía una historia increíble. “Allá por los años setentas, desenterramos cuatro anclas del fondo marino como a 90 pies de profundidad”, le dijo un día este hombre.
La ubicación señalada por el buzo era justo afuera de la Bahía de San Tomas, cerca de un peligroso banco de arena llamado Arrecife Munchar. “Cuando fui a buscar el sitio donde encontraron las cuatro anclas, miré hacia el litoral y encajaba con lo que decía la Biblia. Había una bahía con una playa. Había un arrecife donde dos mares se juntan”, expresa Cornuke.
Estas anclas fueron donadas al Museo Marítimo Nacional, y el análisis de los expertos confirmó que eran de la era romana. Pero los buzos no tenían idea de lo que tenían en ese momento. AcontecerCristiano.Net
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