ISRAEL.- Arqueólogos israelíes han encontrado la tumba de Herodes en el desierto de Judea. "No tengo dudas. Lo que encontramos es la tumba de Herodes", dijo el profesor Ehud Netzer, del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Herodes era odiado por sus correligionarios que lo consideraban un tirano cruel y un títere de Roma. Esto podría verse confirmado en las propias palabras de Netzer en relación con la forma en que se hallaron los restos del sarcófago: destruido en numerosos trozos, a golpe de martillo.
"Parecía obra de alguien que lo odiaba, que quería romper todo vestigio de su recuerdo", comentó.
Sin embargo, según aclara Hacham, por otra parte, se recuerda a Herodes también en términos positivos, dado que durante su reinado hubo gran estabilidad, pero más que nada, por haber sido quien reconstruyó el templo sagrado de Jerusalén.
La tumba de Herodes era buscada por los estudiosos hace ya mucho tiempo. El propio Netzer, arquitecto dedicado a la investigación de las imponentes construcciones de Herodes, trabaja con los arqueólogos desde hacía 35 años en el Herodium, donde se halló la tumba.
El Herodium es una de las construcciones más monumentales del citado rey y la única que lleva su nombre.
Fue allí, en la ladera de la montaña sobre la que se halla el complejo palacio-fortaleza del Herodium, a unos 15 kilómetros al sur de Jerusalén, que el propio Herodes construyó el sitio en el que se le daría sepultura.
Los elementos que convencieron finalmente a Netzer, de que se hallaba frente a la tumba de Herodes, son a su juicio, categóricos.
Están por un lado los restos de un sarcófago "único, casi sin precedentes, propio de un rey", de unos 2,5 metros de largo y además, la imponencia de unas estructuras construidas en el lugar como parte del complejo destinado a la sepultura.
El rey mismo había preparado su funeral y su sepultura en vida y ello está descrito en el libro del historiador Flavio Josefo (Iosef Ben Matitiahu).
El mausoleo en el que se hallaba la tumba fue destruido ya siglos atrás, pero permaneció en pie el podio, cuyas características, según Netzer, son propias de la sepultura de Herodes.
Dado que fue el propio rey quien decidió que allí descansarían sus restos, en un sitio singular, en medio del desierto, Netzer considera que la revelación de la tumba es un punto clave en su investigación del lugar.
Hay aquí una serie de hallazgos relacionados con la tumba, que han llevado a arqueólogos a hablar de lo recién presentado, como una de las revelaciones más dramáticas en Israel en los últimos años.
En el lugar no han sido halladas inscripciones de ningún tipo, pero Netzer aclara que la investigación continúa. No tiene certeza de que logre algún día reconstruir con exactitud la forma completa del mausoleo, pero lo seguirá intentando.
"Herodes vivía cuando nació Jesús y eso ya es importante también para el mundo cristiano", dijo la arqueóloga. BBC. AcontecerCristiano.Net
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