En el pasado mes, las autoridades realizaron una campaña para quitar las cruces gigantes de las iglesias autorizadas de la ciudad. Esto es una manera de detener el rápido crecimiento del cristianismo en la provincia de Zhejiang, que anuncia sus cultos con grandes cruces, según informa Telegraph.
En un episodio que pone de relieve la fricción entre el gobierno de China, oficialmente ateo y comunista, ante la congregación cristiana de rápido crecimiento, los creyentes en la Biblia se trasladaron esta semana a la iglesia de Sanjiang en Wenzhou con la esperanza de protegerla de los amenazas de demolición.
Cientos de personas, incluidas las mujeres con discapacidad y de edad avanzada, han ocupado la iglesia para evitar que los equipos de demolición la destruyan.
"Hay gente mala por ahí tratando de dañar nuestra iglesia por lo que debemos defenderla", dijo Li Jingliu, un ex trabajador de una fábrica de 56 años de edad que ha estado durmiendo en una de sus oficinas en la desde el miércoles.
"He venido aquí hoy para mostrar mi apoyo. Una iglesia es un lugar sagrado y todos somos hermanos y hermanas." dijo Jin Yufu, de 55 años, de la comunidad vecina de Wenling. "El cristianismo ha hecho una gran contribución a la sociedad de muchas maneras. Gracias a la iglesia no fumamos, no somos adictos a los juegos, no bebemos, los cristianos somos gente buena".
En la iglesia Sanjiang, los funcionarios exigieron que la iglesia quite la cruz de su fachada: cuando los líderes de la iglesia se negaron los funcionarios amenazaron con derribar todo el edificio, dijo Zheng Leguo, líder de la iglesia evangélica.
Aunque la constitución de China reconoce la libertad de religión, el gobierno limita la práctica religiosa a los lugares de culto autorizados oficialmente. El cristianismo se ha propagado entre los habitantes del país de forma sorprendente, principalmente en base a reuniones por casas, ocultas de la presión de las autoridades, que se ha ido rebajando a medida que el país se abre al contacto con el exterior.
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